Mayoral: 'El crucificado es la imagen que más se asemeja al ser humano'

10 de diciembre de 2017

El escultor relató este sábado en la Tertulia Cofrade Pasión sus impresiones en torno a la realización de la talla del Cristo de la Humildad, presentado y bendecido esta semana

|| Tres días después de la presentación y bendición de la imagen del Santísimo Cristo de la Humildad, Fernando Mayoral acudió a la Tertulia Cofrade Pasión para relatar ante los presentes sus impresiones sobre la realización y de la obra. Para él, "el Cristo crucificado es la imagen que más se asemeja al ser humano, porque el cuerpo humano desnudo es por excelencia la representación de la belleza". En este momento de su vida, otra imagen no le hubiera interesado, pero un crucificado sí, porque ese el tema preferido de los escultores. "Es el que más llega al pueblo. La gente que no entiende de arte ni de escultura reza ante la imagen del crucificado".

Preguntado si es consciente de que una escultura de estas características puede no llegar a todos los públicos, él respondió que como escultor estaba obligado a realizar un Cristo de nuestra época, del siglo XXI. Aunque parta de los modelos clásicos y de la tradición castellana, no puede renunciar a su inserción en una época y en unas corrientes artísticas determinadas, las que le definen como escultor. "El Cristo está realizado para ser contemplado en posición vertical", y a partir del paño de pureza, organizado en tres triángulos, concibe la composición de toda la pieza, con las líneas que prolongan el desnudo por el torso, poderoso, y las extremidades inferiores, buscando siempre la línea curva, envolvente, porque en la naturaleza se impone siempre la curva.

Un momento de la tertulia con Fernando Mayoral | Fotos: JFSB
Mayoral, en todo momento, se mostró satisfecho con el resultado. Podía haber seguido trabajando en el Cristo, pero en algún momento hay que dejarlo. La obra siempre debe dejar algo sin terminar. Podía haber recurrido al trépano, completar la policromía, pero la perfección podría llegar a matar la escultura. "El exceso de habilidad conduce al amaneramiento, no es necesario acabarlo todo. En el Arte tiene más interés lo inacabado". Por eso los golpes de gubia, los raspados de la liga, las pequeñas imperfecciones que quedan en una madera que no se ha pulido ni ocultado bajo el aparejo, forman parte de la obra. Ahí queda patente el proceso creativo. El virtuosismo solo se lo pueden permitir unos pocos privilegiados, como Bernini en su época; de lo contrario, "el virtuosismo supondría la decadencia del Arte".

Detalle de las manos del escultor Fernando Mayoral
Junto a Fernando Mayoral, estuvieron algunos directivos de la Hermandad Franciscana, que mostraron su satisfacción con la obra entregada y anticiparon que la próxima semana se podrá contemplar ya en un lugar preferente de la parroquia de San Martín. También estuvo presente el equipo de Fe y Arte, grabando las impresiones del escultor para incluirlas en el documental que sobre el crucificado en su obra se estrenará en la próxima cuaresma.

Fernando Mayoral firma en el libro de honor de la Tertulia Cofrade Pasión

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