Profesionales defienden con solvencia el cambio de rumbo en el cartel anunciador

10 de noviembre de 2014

José Ángel Barbero, H. S. Tomé, Pablo de la Peña y Rafael Cid Tapia comentan la polémica en el concurso de la Junta de Cofradías

|| No pudo ser más interesante la sesión de la Tertulia Cofrade Pasión del pasado sábado, dedicada a la cartelería de Semana Santa, con la participación de los fotógrafos José Ángel Barbero, H. S. Tomé y Pablo de la Peña y el diseñador Rafael Cid Tapia, que sustituyó a última hora a Miguel Gosálvez. El presidente de la asociación, Félix Torres, expuso la polémica generada por la línea emprendida hace algunos años en el cartel oficial de la Junta de Cofradías. En su introducción, expuso la situación y opiniones recogidas en diversos artículos y foros de la prensa digital.

Durante la primera hora de tertulia, los invitados manifestaron sus pareceres desde un punto de vista muy técnico, con solventes argumentos. Barbero -ganador en las ediciones de 2010 y 2011 y con varios segundos y terceros premios en su haber- recordó que la imagen elegida no tiene por qué ser la mejor, pues "siempre gana la que más gusta al jurado concreto de cada edición". El primer premio convierte al segundo en el primero de los perdedores, lo que explica parte del descontento y la critica posterior.

Barbero: Siempre gana la que más gusta al jurado concreto

Tomé, miembro del jurado de selección, indicó que su función se limita a retirar las instantáneas que no considera buenas. Y aunque comprende que a los participantes rechazados puede molestarles, asegura que podría argumentar cada una de las excluidas. Entiende que debatir sobre si la procesión ha salido o no es hacerlo sobre "si son galgos o podencos", e igualmente respecto a si es Salamanca o no: "Por supuesto que lo es. Y si alguien no lo sabe, para eso están las letras". Apuntó que para el forastero, con frecuencia lo único que identifica a la ciudad es la rana de la Universidad, y realizar un cartel de Semana Santa con el batracio "sería absurdo". No tiene dudas de que la premiada este año es la mejor.

José Ángel Barbero y H. S. Tomé
Dio, además, una lección magistral de fotografía: "El impacto no está en la imagen, sino en la masa cromática. Y en esa foto se consigue muy bien, pues lo primero que ve el ojo son los blancos y los negros, que aparecen muy compensados". Habló de la articulación de líneas, con las distintas estaturas y la disposición de la puerta y el equilibrio entre sus partes, de manera que si las letras se colocan bien, "estaremos ante un gran cartel".

Tomé: El impacto no está en la imagen, sino en la masa cromática. Y en esa fotografía se consigue muy bien

De la Peña, miembro del jurado calificador, anota en este primer premio algo "diferente a lo visto hasta ahora". Aunque se trata de una fotografía clásica, como cartel sí lo ve novedoso. Este hecho motivó que, en la deliberación, se preguntara si sería entendida como cartel por el público. "La línea de los carteles de los tres últimos años será muy valorada en el futuro", señaló.

De la Peña: La línea de los carteles de los últimos años será muy valorada en el futuro. Es diferente a lo visto ahora ahora

Cid Tapia celebra que se haya abandonado la obligatoriedad de que aparezca un monumento. "El cartel es una llamada de atención para una causa concreta, por eso no siempre la foto perfecta y bella es el mejor cartel. La buena es la que tiene un mensaje detrás, no la ejecutada con perfección técnica. Y esto en la publicidad es fundamental", manifestó.

Pablo de la Peña y Rafael Cid Tapia
En el turno de intervenciones abiertas, el artista Andrés Alén se fijó en que los tres premios de este año muestran el instante de la salida. Resaltó que la vencedora "tiene un misterio tremendo", aunque la cree mejor como portada de "Christus", quizá "la mejor de su historia", que como cartel.

Cid Tapia: El cartel es una llamada de atención para una causa concreta. No siempre la foto bella es el mejor cartel

Entre los contertulios hubo opiniones favorables y todo lo contrario. También se planteó si no estará ya obsoleto el modelo actual de concurso. Se comentó que aunque se podría seguir convocando, el cartel podría realizarse por encargo o incluso que los participantes presenten directamente el cartel, con letras incluidas. En su lugar, se indicó la posibilidad de retocar las bases para mejorarlas y evitar, en la medida de lo posible, malentendidos estériles. Una cuestión quedó clara en cualquier caso: el cartel va a a ser un éxito; si el objetivo es que no pase inadvertido, hasta el momento lo ha logrado.

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