Ponga explica por qué la "idiosincrasia" es un valor clave en la Semana Santa

24 de noviembre de 2014

"El sustrato de larga duración se asienta sobre cosas serias. Lo demás no está  interiorizado. Son fogonazos", reflexiona el antropólogo que dirige el Centro Internacional de Estudios de la Religiosidad Popular que ya "está dando frutos"

Por Abraham Coco

|| Con José Luis Alonso Ponga –leonés, afincado en Valladolid, apasionado de la provincia de Zamora y últimamente con un pie en Roma– dos horas de tertulia son insuficientes. Anque no desaprovecha el tiempo el profesor cuando habla de religiosidad popular y Semana Santa. No. Muy al contrario, invierte cada minuto como un brillante bróker de las ideas, un antropólogo que en la salida de los grandes pasos de Medina de Rioseco percibe que ahí "hay algo más". Un estudioso de la identidad y la autenticidad que indaga en el valor intrínseco del fenómeno, en esos comportamientos donde  –más allá de lo religioso y lo turístico– busca explicaciones al hecho que en ciertos lugares alcanza tal dimensión que se convierte en un hecho total.

Ponga llega al local de la Tertulia Cofrade Pasión el pasado sábado y se acuerda de las moradas de Nuevo México. Es el punto de partida de una intervención para explicar qué es el Centro Internacional de Estudios de la Religiosidad Popular que dirige y ya "está dando frutos". Desde él, promueve "un estudio profundo para revalorizar la Semana Santa, un globo hinchado que cualquier día explotará y entonces quedará en cubierta lo serio".

Un momento de la Tertulia con Alonso Ponga | Fotografías: Pablo de la Peña

Al margen de declaraciones consumibles, este académico persigue la protección como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, una institución que –a diferencia de otras– no concede distinciones a discreción. "La Semana Santa es un fenómeno cultural de base religiosa. Y la cultura se expresa en diversas manifestaciones según los elementos que identifican al grupo" que "los consensúa y evoca a sus ancestros", explica Alonso Ponga.

"La Semana Santa es un fenómeno cultural de base religiosa. Y la cultura se expresa en elementos que identifican al grupo"

"¿Qué hay allí? ¿Qué significa? ¿Por qué cada uno tiene su Semana Santa? Bajo un mismo misterio, cada uno tiene una forma de sentirla y vivirla", se preguntará para rascar en lo tradicional. Y a lo largo de su participación da varias definiciones complementarias de la Semana Santa, en la que indaga en el hecho "polisémico" que abarca de lo devocional a lo gastronómico. Le interesa el fenómeno por encima de complejos laicistas y de tópicos que hablan de "cuatro fanáticos medievales" frente a los que posee un arsenal de argumentos para desmontarlos. "Esto es muy profundo. El hombre se encuentra consigo y con el mundo en un momento muy concreto y la Semana Santa es el más importante". Zamora es un ejemplo recurrente para él en este sentido: “Me interesa mucho como provincia. En ella, la Semana Santa lo inunda todo; transforma el tiempo, el espacio y las personas".

"El hombre se encuentra consigo y con el mundo en un momento muy concreto y este es el más importante"

"La única manera de mantener eso es la autenticidad", insiste a lo largo de la tarde como leitmotiv de su investigación que mira al futuro. Lamenta que en nuestro entorno "falta una concienciación de que tenemos que luchar por la tierra", algo que sí observa en los gallegos. "Tenemos que saber defender lo que hacemos" y lo ilustra con una sencilla metáfora: "No es lo mismo tener un bar que una zona de vinos. ¿Qué argumentos exponen quienes quieren tabla rasa? ¿Qué hay de auténtico en la Semana Santa de tal lugar?".

José Luis Alonso Ponga interviene en la Tertulia Cofrade Pasión

"La única manera de mantener eso es la autenticidad. Tenemos que saber defender lo que hacemos"

"Las influencias existen  –aclara– . Sevilla influye porque es el modelo que (turísticamente) mejor funciona" y el afán por copiarlo es algo que "se iba a acabar dando". Pero advierte: "El sustrato de larga duración se asienta sobre cosas serias. Lo demás no está interiorizado. Son fogonazos, flor de un día" cuya perduración acota. "La lucha no está perdida siempre que sepamos explicarla y en la medida que profundicemos en sus raíces", alienta. También deja una advertencia a propósito de la identidad: "Habrá cofradías sevillanas por todo el mundo salvo en Málaga. Y la idiosincrasia es lo más importante. Quien la haya ido trabajando será quien vaya quedando".

“¿Quién controla las novedades?”, pregunta. La respuesta flota.

"Sevilla influye porque es el modelo que (turísticamente) mejor funciona. La lucha no está perdida siempre que sepamos explicarla y en la medida que profundicemos en lo nuestro"

Exposición en Roma y en la Madeleine de París

Hasta entonces, su Centro Internacional de Estudios de la Religiosidad Popular, en el que abre puertas y trata de borrar fronteras, ultima la exposición "Plenilunio de primavera" en la Piazza Navona de Roma. Allí estarán, entre otros, Bercianos de Aliste o San Vicente de la Sonsierra. La muestra –en diferentes formatos– ya ha pasado por lugares como Oporto o Estados Unidos. En 2015 estará –ahí es nada– en la Madeleine de París.

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