|| La Semana Santa de Murcia se acercó el pasado sábado a la Tertulia Cofrade Pasión de la mano de José Villegas Ortiz, cofrade y gran conocedor de una celebración que tiene un gran impacto en la ciudad tanto en lo social como en lo económico. "La Semana Santa murciana forma parte de la idiosincrasia de Murcia. No se entiende Murcia sin su Semana Santa". Las listas de espera en algunas hermandades hacen casi imposible entrar en ellas: "Para cualquier murciano, el orgullo es la imaginería de Salzillo". Villegas proyectó un vídeo sobre este escultor del barroco centrado en los pasos de Jesús Nazareno.

Destacó, además, la vestimenta de los estantes, fuertes hombres con hábito corto, medias y enaguas que cargan los pasos y ofrecen caramelos, huevos cocidos, bacalao en salazón o habas tiernas a la gente para hacer más llevadera la espera entre los pasos. Esta tradición de repartir viene de antiguo, de cuando llegaban años de buena cosecha y hortelanos y comerciantes hacían negocio. Era una forma de compartir con los ciudadanos. Ser estante es muy complicado porque cuando alguno no puede por edad o enfermedad le cede el puesto a su hijo u otro familiar.

Las relaciones con la Iglesia en la Semana Santa de Murcia son muy normales, en parte debido a que las cofradías tienen bastante autonomía, pero sobre todo a que las procesiones están tan arraigadas en la tradición murciana que a nadie del clero se le ocurre intervenir para cambiarlas.

En la tertulia también se abordaron las diferencias entre las tres semanas santas de Murcia declaradas de Interés Turístico Internacional, la de la propia capital, la de Cartagena y la de Lorca, muy diferentes entre sí.