La Pasión bilbaína, menos desconocida en Salamanca gracias a Lanzagorta

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04 de marzo de 2012

La historiadora explica la imaginería de la capital vizcaína: obras de Juan Pascual Mena, Quintín de la Torre o Juan de Beaugrant

|| "La Semana Santa de Bilbao es la gran desconocida", opina la historiadora María José Lanzagorta, que ayer presentó los pasos de la capital vizcaína en la Tertulia Cofrade Pasión. A pesar de que la ciudad vasca cuenta con imágenes de los siglos XVI y XVII y cofradías muy antiguas, muchos se sorprenden con esta Pasión norteña tan rica en pasos.

Hasta la posguerra los pasos eran llevados a hombros, pero al renovarlos y situarlos sobre pesadas andas, se colocaron las ruedas, explicó esta licenciada de Geografía e Historia y Teología, que detalló los del escultor Quintín de la Torre con sus típicos rostros cargados de expresividad, autor de La Oración del Huerto, que posee una policromía extraordinaria.

La Piedad que Juan Pascual Mena talló en 1756 es la joya de la imaginería de Bilbao, aunque inicialmente no se concibió para procesionar. La imagen más antigua es un excelente crucificado de Juan de Beaugrant, el Cristo de la Villa, de finales del XVI, y que ella misma se encargó de documentar para acabar con el mito de que era una obra del cordobés Juan de Mesa.

María José Lanzagorta, durante su exposición | Fotos: Pablo de la Peña
La historiadora destacó también el perfecto tratamiento anatómico del Yacente de Higinio Basterra; el Ecce Homo de Ricardo Iñurria, muy popular por inspirarse en personajes reales, algunos muy conocidos, como un boxeador; La Bofetada de José María Garrós, El Encuentro de Tomás Parés y  1500 kilos de peso, o el Lavatorio de Ramón Chaparro.

Raimundo Capuz aportó cuatro destacados pasos a la Semana Santa de Bilbao: un San Juan de 1623 que en 1942 fue sustituido por otro de Juan Larrea; La Soledad, con un rostro muy dulce, de moldeado suave y arrodillada; Los azotes (1719), renovado por Ricardo Iñurria, que legó a la ciudad un paso extraordinario, y Jesús con la cruz a cuestas, reformado por Juan Guraya. Guraya es también autor de la Santa Cena, formado por figuras de vestir modeladas en escayola, ya que el proyecto inicial era inviable económicamente y acabo siendo realizado para Valladolid.

Lanzagorta, que indicó que las últimas incorporaciones son de imagineros andaluces como Álvarez Duarte, recordó al final de su charla que en 2001 se abrió el Museo, una infraestructura fundamental para los pasos puesto que se encontraban abandonados en una iglesia en obras que quedó paralizada y en una lonja, donde las palomas los estaban deteriorando.

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