|| Con un olor a pre-cuaresma inconfundible, la Tertulia Cofrade Pasión recibió ayer la visita de Mabel Martín, nueva presidenta de la Hermandad del Silencio. "Espero que en los próximos años se inicie una época potenciando el gran legado que hemos recibido de la generación anterior: el sentido de hermandad", afirmó la dirigente más joven de una cofradía salmantina en la actualidad y la segunda mujer en la historia.

Mabel participó en una animada charla acompañada por su secretaria, Ana Iglesias, su padre y fundador de la hermandad pizarraleña, Agustín Martín Encinas, y el párroco de Jesús Obrero, Jorge García. Para todos es clave dar continuidad a la vida de hermandad. La vida de Mabel ha transcurrido ligada a ella y en ella ha recibido unos valores que quiere y debe mantener.

El Silencio en la Tertulia | Fotos: Pablo de la Peña

Entre los asuntos comentados, aclararon que no se han planteado variar su día de salida, el Sábado Santo, puesto que la procesión se concibió como el tránsito entre la muerte y la resurrección, por eso salen con el Cristo de la Vela, ya muerto y con mucha devoción en el barrio, y terminan con la vigilia pascual. Para la Hermandad del Silencio es muy importante la integración de la cofradía en la parroquia. Disponen de una capilla para sus dos titulares donde llevan a cabo sus celebraciones penitenciales y desde hace algún tiempo utilizan también una sala como despacho y para atender a los hermanos. Gracias a ello, han dinamizado su vida cofrade.

No obstante, el sacerdote de Pizarrales considera que "no todas las cofradías tienen por qué estar vinculadas a una parroquia porque la Iglesia es bastante más amplia", de hecho en Salamanca algunas radican en la Catedral. "La gente se inscribe en una cofradía por la imagen, no por la parroquia, por ello hay que distinguir entre cofradía y parroquia", afirmó.