Galardón "Fco. Rodríguez Pascual" 2003

Vicente Cid Pérez, imaginero

Son varias las aportaciones artísticas que el cacereño Vicente Cid Pérez ha legado a Salamanca. Entre ellas, destaca el Cristo de la Liberación, un yacente que talló en 1988 para la Hermandad del Cristo Amor y de la Paz

Vicente Cid y el Cristo de la Liberación, su principal obra en Salamanca
Entre los nombres de artistas contempóraneos que venían trabajando por la Semana Santa de Salamanca destacaba el escultor Vicente Cid Pérez, cacereño que llegó a la ciudad con once años. En 2003 la Tertulia reconoció su trabajo en este ámbito al entregarle su galardón.

Vicente Cid, formado en la Escuela de Artes y Oficios de Salamanca, ha legado a la Pasión salmantina el Cristo de la Liberación que recibe culto en la capilla del cementerio, una obra de alabastro reforzada con resina, que realizó en 1988 para la Hermandad del Cristo del Amor y de la Paz. Poco después, a comienzos la década de los noventa, talló las andas de Nuestro Padre Jesús de la Pasión, que aún hoy desfilan, y las de Nuestra Señora de la Esperanza, ambas para la Hermandad Dominicana.

No fueron su última aportación a la Pasión, pues en Salamanca desfila también, en la madrugada del Sábado Santo, el paso alegórico de La Soledad de la Cruz que talló en 1997 junto a su cuñado Tomás Monzón.

Las obras de Vicente Cid no se circunscriben sólo a Salamanca, pues sus tallas también procesionan en Arévalo (Ávila), para donde realizó un Resucitado en el año 2000, o en Béjar, localidad del sur salmantino en la que se venera una Virgen de la Soledad tallada por él en 2003.