Carteles | 2003 | Miguel Elías

Pintores para anunciar a Cristo


"Ntra. Señora de la Soledad"



Todos los dibujos tienen su historia. La acuarela que ha servido para la edición del cartel de 2003 también la tiene y es preciosa. Elías, este hombre con manos de pintor y alma de poeta, se convirtió a la Semana Santa ante la imagen de Nuestra Señora de la Soledad.

Las emociones vividas durante las horas que permaneció sentado ante la imagen de la Señora, cuando recibió el encargo de la Tertulia cofrade Pasión de realizar un dibujo para ilustrar un cartel de la Semana Santa, le ganaron para esta celebración en la que el pueblo acompaña a Cristo en su dolor y consuela a María Santísima en su soledad. Reconoce que mientras dibujaba se encontró hablando con la Virgen, que le contaba sus cosas y que se sentía mejor.

La acuarela de Elías representa a la Virgen de la Soledad, tal como él la veía en sus diálogos, pero llevándola a la calle, a la puerta de su sede catedralicia, en unas andas irreales. El autor aún no había asistido a su procesión y no quiso ver fotografías que le condicionasen. Él se la imaginaba así, luminosa, con esa claridad que sólo el pincel poco cargado de la acuarela puede conseguir, con muchas flores y un solo cofrade haciéndole compañía.

Quería que estuviese la hermandad representada, pero también deseaba remarcar esa sensación de soledad que rodea a la imagen. Había dialogado a solas con Nuestra Señora y no había experimentado aún la sensación que produce el ver arropada a la Virgen por esa miríada de devotos y cofrades que, al morir el Viernes Santo, acuden a decirla que no está sola. El cuadro hay que entenderlo, por tanto, en el contexto previo al Viernes Santo, cuando el pintor, frente a Nuestra Señora, descubrió su conversión a la Semana Santa.

Francisco Javier Blázquez, historiador